intento escapar de aquella habitacion,
ciñendo palabras en silencio,
adoquinadas a mi alma rota,
como un tio vivo no cejan de sonar los sonidos,
de esa muerte sin sentido,
corveta de latidos,
de mi corazon a contarrelog se aleja,
palpita a maniobras forzadas,
mi corazoncito se quiso parar,
en aquel instante de mortecina espera,
alli anexada a mi vida,
aquella lagrima la vi sucumbir,
al llanto y la desesperacion de mi quejido,
entelequia sin sentido,
eso decian los alli yacidos,
representantes de una muerte sin sentido,
alli cohabitaba ella sola,
descarnada de sus ropajes de mujer,
alli posada a mis pies la vi caer,
sin nada que hacer,
muda en mi propia hiel,
alli quedo su alma,
en estallido de lamentos,
que reportan sufrimientos,
alli en el campo santo,
donde quedan sepultados el dolor y el padecimiento,
alli te encuentras hermana,
pues hoy te recuerdo.....MARIA



Un poema tremendamente conmovedor, querida amiga, donde la tristeza, la nostalgia y el recuerdo imborrable dejan escapar estos versos como lágrimas de ofrenda.
ResponderEliminarBellísimo homenaje, un homenaje que seguramente llegará a destino.
Un beso enorme.
cuanto dolor rezuman estos versos
ResponderEliminarcuanta desazon en este hablante!!
plasmas muy bien emociones y sentires
me ha gustado mucho tu trabajo
Felicitaciones
besitos de luz
Que dolor tan profundo y desgarrado, lo siento mucho, un abrazo
ResponderEliminarMuy triste y despojado sentimiento.
ResponderEliminarBello, igualmente. bien escrito.
Un abrazo.
Hola María, Gaviota que vuela alto en sus entristecidos recuerdos, pero muy reales por que son parte de la vida.
ResponderEliminarGracias por acordarte de mi.
Un abrazo.
Ambar.
DICHOSOS, NO POBRES (N°18)
Las ilusiones se van
Y se llevan la alegría
Las amarguras se quedan
Las tristezas de la vida
Pasan y dejan heridas.
Pobres, decimos
De aquel que se ha ido
Dichosos diría yo
Su trabajo ha concluido
Pasan al cosmos benigno
Y en sus brazos hacen nidos.
Ojos y mente se abren
El corazón ya no siente
Las amarguras terrenas
Al otro lado del túnel
Descansan plácidamente.
Lloramos por que se han ido
Ellos alegres nos miran
Son luceros en la noche
Y su fulgor nos alumbra
Cuando cuesta arriba vamos
Hasta llegar a la cima.
Guiando van nuestros pasos
Caminando día y noche
Con seguridad certera
Nos empujan suavemente
Hasta llegar a la cumber
Arriba ellos nos esperan
Nos dan cobijo en su nido
Donde alumbran las estrellas.
Ambar
14/02/94
DEFINITIVAMENTE ES BELLISIMO, UN ABRAZO FELIZ SEMANA
ResponderEliminarJo, q triste Gaviota, me has conmovido el alma...
ResponderEliminarNo he podido pasar por sus blog por estar ocupada haciéndome estudios, ahora los leo con el corazón.
ResponderEliminarBesos
Cuanto amor lleva este poema Gaviota. Siento mucho que tengas que escribir algo así. Desde algún lugar será escuchado. El amor no muere nunca.
ResponderEliminarUn besote grande amiga.
Me quedo triste, casi con lágrimas, que dolor y ternura en tus palabras.
ResponderEliminarA veces vemos el ser querido caer, pero su alma queda cerca, cerca y te juro que te escribo y lloro...
¿sabes? su magia esta aquí en tu blog
ResponderEliminarTu poesía deja un regusto a vino generoso, no es dulzona, sus taninos penetran los sentimientos, explotan en sabores que se quedan por siempre.
ResponderEliminarMi cariño
Ro
Que triste :(...
ResponderEliminarHasta hoy, amiga mía, no he tenido fuerzas para comentar tu hermoso recuerdo, tu triste dolor... te felicito por la dulzura de tu homenaje, de tu recuerdo y te regalo mi abrazo más cálido
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